Según datos oficiales, aunque se aumentara el número de puestos de psicólogos clínicos en la Sanidad Pública, no llegarían a todas las personas que requieren de forma urgente ayuda psicológica. No podemos demorarlo más, las personas tienen que ser atendidas psicológicamente para evitar suicidios (infanto-juveniles o de adultos) y un paciente no puede esperar si su vida corre peligro. Esto afecta a tod@s, pues la salud mental no distingue que tengas fama, dinero o talento, es más, mis estudios demuestran que las personas con talento sufren más, debido a la alta presión psicológica a la que están sometidos.
Tuve un caso el año pasado, que aún solicitando cita en salud mental pública de forma urgente, pasados 3 meses aún no le habían dado cita, obviamente decidió acudir a consulta privada. Las cifras arrojan luz de que es un problema en auge y podríamos evitarlo si tod@s colaboramos: personas, presupuestos destinados a la sanidad, sistema sanitario público y también privado.
+ Personas (pacientes): Se requiere 0 absentismo y compromiso con el proceso terapéutico (hoy día damos todas las facilidades a las personas, pueden ser atendidas incluso desde casa con las videoconsultas). Que tod@ persona que necesite ayuda psicológica, la solicite, y una vez iniciado el tratamiento psicológico, acuda a las sesiones programadas y cumpla las pautas establecidas por el profesional. Lo cierto es que los sanitari@s también estamos frustrados de que las personas no sigan las recomendaciones clínicas o no acudan a las citas programadas.
+ Presupuestos destinados a la sanidad: En materia de salud se necesita dinero, pues con el psicólog@ no solo se habla, también se trabaja en distintas áreas. Por ello requerimos más instrumentos de evaluación, más ayudas económicas, más presupuestos destinados a sanidad, mejor salario para profesionales que se dejan la piel cada día en sus consultas y que también tienen que reciclarse constantemente y la educación, señor@s, también cuesta dinero.
+ Sistema sanitario público: Los psicólog@s clínicos hacen lo que pueden con los recursos que tienen. La mayoría son profesionales vocacionales.
+ Centros sanitarios privados: Estamos ampliamente formados, especializados, nuestros centros sanitarios están acreditados/autorizados por Sanidad y a disposición de las personas que requieran ayuda.
Veréis… fuentes oficiales apuntan a que el sistema sanitario público está saturado en lo que a materia de salud mental se refiere, aunque lo cierto es que algun@s pacientes también faltan a las citas programadas y no siguen siempre las recomendaciones clínicas por parte de los profesionales de la salud. Por esto, no solo es un error del sistema, también es de los pacientes, de su falta de sentido de responsabilidad y de su escasa adherencia a la terapia.
Los pacientes quieren ser atendidos, según la importancia de su patología psicológica/psiquiátrica con mayor o menor prontitud, exigen pero a veces no colaboran. El sistema sanitario público no puede absorber, según informan, tanta demanda, pero somos much@s los psicólogos sanitarios y/o clínicos que trabajamos en centros sanitarios privados, que tenemos gran experiencia y que estaríamos dispuestos a colaborar. Y me dirán, sí, pero los pacientes no podemos acceder siempre a la Sanidad Privada…
LA SOLUCIÓN ES SENCILLA DESDE MI PUNTO DE VISTA, ES UNA IDEA QUE PODRÍA SALVAR VIDAS:
– Las personas solicitan ser vistas y atendidas por los especialistas de la salud psicológica (tanto pública como privada, según el caso) y siguen las recomendaciones terapéuticas, atendiendo a cada pauta y acudiendo a cada cita programada, sin faltar a ninguna sesión. En caso de necesitar tratamiento farmacológico, seguir las prescripciones médicas por parte de su psiquiatra de referencia.
– Si los pacientes corren peligro y no pueden acceder a consulta privada y el sistema sanitario público no puede absorber la alta demanda de pacientes en riesgo, éstos serán derivados de urgencia tras triaje (selección y clasificación de pacientes) a centros sanitarios privados de psicología y/o psiquiatría acreditados por Sanidad hasta que el paciente se estabilice psicológicamente (centros privados sanitarios que quieren colaborar con el sistema público de forma voluntaria). Pasado el riesgo, el paciente será retornado al sistema público si no puede hacer frente económicamente a las sesiones privadas.
– Los centros sanitarios privados recibirán el reembolso de dichas consultas urgentes de pacientes en riesgo por el sistema público, por supuesto los psicólog@s sanitarios tenemos que cobrar por los servicios psicológicos. Esto ya se realiza para otros servicios sanitarios.
– En caso de necesidad de ingresos hospitalarios, tanto el sistema público como privado se harán cargo, según el caso.
– Este sistema de cooperación solo es factible para casos de urgencia real de pacientes en riesgo, no para una terapia convencional.
– Objetivo: 0 muertos por suicidio y total adherencia a la terapia por parte de los pacientes.
– Conclusiones: Tod@s: pacientes, sistema de salud, sanitarios públicos y privados colaboramos en la salud mental de las personas.
De esta forma, tod@s seríamos beneficiad@s: las personas gozarían de más salud psicológica y se evitarían suicidios, los sanitarios públicos trabajarían mejor y más tranquilos, con más recursos a su disposición y los privados veríamos aumentar el número de pacientes en nuestras consultas. Un trabajo en conjunto, cooperación entre los distintos profesionales de la salud mental, con el objetivo de salvar vidas.