Nos empeñamos en escuchar a otros/as y ser como quieren que seamos. Nos dicen cómo comportarnos, qué debemos hacer y no hacer, cómo debemos desarrollar nuestras vidas. Y eso…no es vivir nuestra propia vida, sino la vida que ellos/as quieren que vivamos. Hay personas que quieren lo mejor para nosotros/as, y son muchas, es una realidad, pero somos nosotros/as quienes finalmente elegimos como dirigirla. Debemos ser lo suficientemente inteligentes como para diferenciar quien realmente nos quiere y desea lo mejor para nosotros/a y unirnos a los que quieren nuestro bien, aquellos que nos impulsan y sacan lo mejor de nosotros/as, con los que podemos ser sin miedo.
Vivimos en una sociedad donde debemos ser perfectos/as a todos los niveles, a nivel profesional, personal, relacional, comportamental, ser el primero/a, el más sobresaliente. Llegar a ser la mejor versión de nosotros/as mismos/as está muy bien y de hecho, debemos hacerlo, pues el mayor desarrollo personal se encuentra dentro de ti y te hará sentirte bien contigo mismo/a y con quien eres. Lo curioso es que cuánto más te muestras tal cual eres, te muestran más respeto. Las relaciones personales son muy importantes, pero hay que elegir muy bien con quién compartimos nuestro tiempo.
Los límites mentales, emocionales y relacionales hay que romperlos, saltarlos y liberarlos. Así habrás llegado a la meta, que es ser tú mismo, ser, sentir, vivir y vivenciar las experiencias de la vida lo mejor posible, de manera que nos enriquezcan, trabajar en lo que nos apasiona, vencer todos los miedos, ser felices y compartir tiempo de calidad con aquellas personas que realmente nos aprecian, nos impulsan y quieren lo mejor para nosotros/as.
Solo existe una manera. La única manera de ser exitosos es mostrarnos en nuestro mayor potencial, carismáticos, llenos de dones y talentos, mostrar lo que sabemos, sin miedo a qué pensarán otros/as, a que puedan intentar ser nosotros/as, sin miedo a ser los responsables de nuestras vidas. Nadie puede ser igual que tú, nadie puede ser igual que yo, pues todos somos únicos/as. Muéstrate tal cual eres todo el tiempo.
Todo lo vivido nos ha servido de aprendizaje, para no cometer los mismos errores nunca más. Ahora somos mejores de lo que éramos.
Autovalía, merecimiento y dicha. No es algo a alcanzar, pues ya está dentro de nosotros/as. El amor hacia nosotros/as mismos/as nos impulsa.
Encuéntrate contigo mismo/a aquí y ahora. Pues todo lo que buscas ya lo encontraste. Las oportunidades están ahí, sólo tienes que mirarlas. Como le digo a mis pacientes, ser tú mismo/a es la única opción, sólo tienes que creer en ti.