MI ESTADO EMOCIONAL NO DEPENDE DE LOS DEMÁS

Estar estable, tranquil@ y en paz a pesar de las circunstancias, requiere de un gran conocimiento y gestión emocional.

Soy responsable de mi conducta, también de mis decisiones, de lo que pienso, digo y siento, pero no soy responsable de las suyas, de lo que dice, siente, piensa o hace, ni permito que afecten a mis emociones, por ello, hágase responsable de sus actos y de sus decisiones.  El respeto, la educación, las buenas formas y buenas prácticas, son para tod@s.

Por supuesto, este artículo no va dirigido a personas que no están en contacto con la realidad ni son responsables de ellos mism@s, que requieren de un tratamiento psiquiátrico/psicológico/asistencial específico, sino que va dirigido a personas que usan un estilo comunicativo y conductual que es ampliamente disfuncional, tanto para ell@s como  para los demás.

Expongo algunos ejemplos de conductas ajenas que no permito afecten a mi estado emocional, ni fuera ni dentro de consulta:

  • Si no me atiende bien, aprenda a tratarme con respeto, si no, quizá no esté en el lugar apropiado.
  • Si no sabe de lo que habla, sea honest@, calle y estudie.
  • Si no es profesional, derive los casos que no sepa solucionar.
  • Si le he dicho “contacto cero”, hágalo.
  • Si no acepto sus disculpas, solo le queda aceptar a usted.
  • Si me deja en consulta esperándole para la cita acordada, pague la sesión.
  • Si le he ofrecido ayuda y la ha rechazado, aténgase a las consecuencias de su decisión.
  • Si se entromete en mi vida privada, aprenda a respetar mi vida personal.
  • Si hoy decido estar seria, tengo derecho, no estoy para divertirle a usted.
  • Si percibo que su comportamiento es deshonesto, le alerto, si persiste, allá usted.
  • Si copian mis artículos, hay una ley que rige la propiedad intelectual.
  • Si no sabe, pregunte y busque aclaraciones.
  • Si me falta el respeto, un límite saludable ha de bastar, si persiste, no vuelva.
  • Si tratan de agredirme, física o psicológicamente, hablo y denuncio.
  • Si trata de molestarme, no estoy por la labor, sonrío.
  • Si quiere fastidiarme el día, trato de tener otros contactos que favorezcan mi bienestar.
  • Si solo importas tú, también importo yo, es más, voy primera.
  • Si trata de volcar la basura emocional sobre mí, no estoy dispuesta, trabajo en consulta, no 24 h al día.
  • Si quiere que le ayude gratis, ya pasé mi tiempo de voluntaria en ONG´s, pueden ver en mi experiencia profesional que es cierto.

Y si de esto no entiende nada, aconsejo terapia para ganar en autoestima y asertividad, no es un estilo de comunicación agresivo ni pasivo, es bienestar y salud mental, pues los psicólog@s no solo tratamos enfermedad, también evolución y superación personal, pero también somos personas que merecemos ser tratadas con respeto y por supuesto, estamos obligados en nuestra práctica diaria a respetar a los demás, pues sabemos que bajo ningún concepto, podemos vulnerar sus derechos.

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