¿Se puede tener un talento extraordinario o alta capacidad intelectual y a la vez ser una persona extraordinaria? La respuesta es rotundamente sí. Hay personas que tienen excelencia en lo que hacen, tienen una gran capacidad en una disciplina concreta, son absolutamente expertos/as en aquello que realizan y lo llevan con experiencia a su máximo potencial y rendimiento, siguen trabajando en ello cada día llegando a ser exitosos en un área concreta, con emociones como el entusiasmo, la inspiración y la motivación, comportamientos como la disciplina y la proactividad y en sus mentes, la superación personal constante. Otras personas son simplemente excelentes.
Para que no quede margen de duda, estudié la carrera universitaria de Psicología en Granada (España), una de las mejores Universidades de España y entre las 200 mejores del mundo, soy psicóloga sanitaria y en mi trayectoria profesional de más de 16 años, he tenido la gran suerte y la posibilidad de realizar más de 17.000 sesiones terapéuticas, he tratado e inspirado a miles de personas y todas han mejorado si siguen la terapia de principio a fin y no abandonan hasta alta terapéutica. He tratado psicológicamente a personas de muchas nacionalidades, de todas las edades (a partir de los 4 años de edad), con problemáticas psicológicas muy diversas, y también a grandes talentos y personas altamente capacitadas a nivel intelectual que querían mejorar o bien en su capacidad o en determinadas áreas de sus vidas, o en ambas. Personas del mundo artístico, empresarial, del mundo del deporte, directores de multinacionales, etc, se han beneficiado de las sesiones terapéuticas y han mejorado su talento, su capacidad, su repertorio cognitivo, emocional, conductual, laboral y social.
En todo este tiempo he aprendido mucho, y sigo haciéndolo, reciclándome constantemente y buscando nuevas formas de actuar terapéuticamente, para tener un amplio conocimiento y que el trabajo psicológico sea mucho más eficaz y en el menor tiempo posible, según el caso. Igualmente he ganado en experiencia, para aumentar mi aptitud y pericia psicológica.
Pero tener un talento extraordinario o alta capacidad intelectual no significa ser una persona extraordinaria. Puedes ser muy bueno en algo en concreto, en una habilidad concreta y tener carencias en algunas áreas: personales, profesionales, familiares, sociales, de gestión del tiempo, inteligencia emocional, asertividad, empatía, personalidad, autoestima, etc. Y es ahí donde entra y trabaja la psicología.
Para ser una persona extraordinaria solo tienes que intentar ser lo más impecable posible, en todas las áreas, en todo momento:
– Ser inteligente en cada decisión que tomes: alimentación, estilo de vida saludable (hábitos), negociaciones, relaciones interpersonales, etc
– Autoestima sana, con autorrespeto, aceptándote y valorándote,
– No dañar a los demás bajo ningún concepto ni permitir que te dañen, a ningún nivel (ni físico, ni verbal). Pedir perdón si haces daño verbal no intencionado (sin querer dañar), no consintiendo jamás el daño verbal intencionado o el daño físico, repito, jamás. Si persisten dichas conductas, abandonar dichas relaciones, pues no son saludables ni funcionales y proponer tratamiento psicológico,
– Protegerte ante cualquier situación que resulte peligrosa a nivel físico, mental y/o emocional, ser consciente, estar despierto y atento a cualquier situación,
– Ayudar a otros/as si así lo vemos conveniente sin correr riesgos y socorrer si es necesario. P.e. si alguien se cae en la calle, es obligatorio socorrerlo, a mí me ocurrió, y nadie me levantó del suelo, aunque doy gracias al servicio médico de urgencias que me atendió estupendamente y a las doctoras que me trataron con posterioridad. Pongo ese ejemplo porque ahí nadie corría peligro, solo yo me hice daño. En caso de correr riesgos, avisar a los cuerpos de seguridad pues están preparados para esas situaciones,
– Cumplir las responsabilidades cada día, tanto laborales y personales como de autocuidado, sin procrastinar nada. Si no te da tiempo, realizarlo al siguiente día a primera hora,
– Máximo respeto hacia los demás y exigir lo mismo de ellos/as. Si aun exigiéndolo continúan faltándonos el respeto, entonces separarnos de este tipo de relaciones pues son disfuncionales y proponer tratamiento psicológico,
– Ser consecuente de cada acto, sabiendo que cuando hacéis las cosas bien, tarde o temprano seréis recompensados, o al menos, estaréis tranquilos/as sabiendo que lo hacéis lo mejor que podéis,
– Ser asertivo, evitando tener un estilo de comunicación pasivo y/o agresivo ni permitirlo en otros/as. El pasivo aguanta todo, el agresivo “explota ante todo”, el estilo comunicacional funcional es el asertivo,
– Adaptarte a las circunstancias lo mejor posible. Como le digo a mis pacientes, no importa lo que pase dentro, no importa lo que pase fuera, haz lo que tengas que hacer y mantente tranquilo y en calma,
– Tener inteligencia emocional, de modo que las emociones negativas de los otros/as no os traspasen ni os afecten y a la vez gestionar funcionalmente vuestras propias emociones (positivas, negativas y neutras). No confundir empatía (la capacidad de entender lo que experimentan otros/as) con la asertividad (poner límites saludables a otros/as),
– Gestionar los tiempos, pues además del trabajo, también hay que cuidar de uno/a mismo/a, de las relaciones sociales y familiares,
– Tener un amplio autoconocimiento personal y la motivación para mejorar cada día, querer estar sano psicológicamente y “empujar” aquello que no sirve para reencontrarte con tu capacidad, talento y con la mejor versión de ti mismo/a,
– Llevar tu habilidad o capacidad a su máximo potencial y trabajar en ello cada día,
– Velar por tus intereses y por los intereses de los demás. Relaciones ganar/ganar si es posible,
– Ser cordial, maduro/a, educado/a, amable en la medida de lo posible,
– Dar lo mejor de uno mismo/a cada día. En el trabajo, en las relaciones, con nuestros talentos, nuestras aficiones, etc,
– Ser proactivo, resiliente, resolutivo. Solucionar cualquier situación en tiempo, de la mejor forma posible,
– Cerrar círculos, no dejar nada para después. El pasado solo está para aprender y cuando aprendes, cierras círculo,
– “Alimentar” vuestras emociones positivas cada día, realizando actividades gratificantes que os hagan sentir bien,
– Realizar deporte cada día, una simple caminata os ayudará a sentiros saludables,
– Descansar y desconectar cada día. Balancear las horas de trabajo con las horas de ocio,
– Ser auténtico/a. Todos/as somos únicos/as y así estaría bien que lo manifestáramos,
– Cuidar que todo aquello que realices esté lo más correcto posible, si es excelente, mejor,
– Divertirte en tu trabajo, tus relaciones, socialmente, etc.
– Hablar en positivo. La mayoría de las personas no se dan cuenta, pero sus verbalizaciones no son positivas, trabajar en ello cada día,
Como le digo a mis pacientes, me encanta trabajar con personas con talentos extraordinarios pero yo quiero trabajar con personas con talento y a la vez, extraordinarias. Personas comprometidas con su proceso personal y a las que no les de miedo romper sus barreras psicológicas mentales, emocionales y conductuales, personas que acudan asiduamente a terapia y no la abandonen hasta el alta terapéutica, que realicen las pautas establecidas en sesiones, personas educadas, cordiales, personas excelentes. Lo cierto es que he dicho muchas veces en sesiones: “tienes un talento extraordinario”, pero muy pocas veces: “tienes talento y además eres una persona extraordinaria”. Lo ideal es tener ambas especialidades, ese doble privilegio, esa doble excepcionalidad.
Si tienes un talento extraordinario o eres una persona extraordinaria, o ambas, eres bienvenido/a mi consulta y trabajaremos muy fuerte psicológicamente para que consigas ser el mejor posible en tu disciplina, lleves tu talento a su máximo potencial y te conviertas en la mejor persona que puedas ser. Trabajo cada día para ayudarte en tu proceso personal, si y solo si, estás dispuesto a trabajar con motivación a nivel psicológico.
Para cualquier consulta, no dude en contactar en www.laurasanchezpsicologa.com o reserve cita a través del portal médico Doctoralia.