“El Amor es el motor del mundo…” aseguraba Pierre Teilhard de Chardin. No estoy hablando del enamoramiento efímero, que dura tres meses y pasados máximo dos años se va, ni de la sensación de euforia, ni de sentirse pleno estando con otra persona, como si una persona no estuviese plena por sí misma. El amor profundo hacia otros/as es una certeza, libertad, admiración, enriquecimiento, también es respeto mutuo, comunicación constructiva y confianza.
El Amor es inspiración, nos hacer crecer y ser la mejor versión de nosotros/as mismos/as, nos impulsa hacia un nuevo nivel de entendimiento de quienes somos y de nuestras emociones positivas, nos llena de paz y tranquilidad a veces, y otras de alegría, nos da fuerza para ser mejores. El amor profundo es pacífico, la dependencia emocional no te hará feliz.
Pero el Amor es un concepto muy amplio, no sólo es hacia otros/as, es también hacia nosotros/as mismos/as, hacia nuestro trabajo, hacia nuestras aficiones, hacia lo que nos divierte y nos llena, hacia nuestra propia existencia.
Para vivir llénate de Amor hacia todo lo que haces, hacia todo lo que eres, hacia las decisiones que tomas por tu bien y por el de los demás, hacia los que están contigo y quieren tu progreso y bienestar, hacia cada cosa que emprendas y hagas pues el Amor es creatividad, inspiración y admiración.
Mira con Amor al mundo pues hay muchas personas que quieren sentir amor igual que tu, protégete de los que no te aman o pretenden dañarte y no quieren tu felicidad, mírate con Amor a ti mismo/a, hacia lo que eres o quieres ser y todo lo que te rodea empezará a cambiar.